Por El Centinela.
Una tragedia fue evitada gracias a los ojos atentos de una supervisora
de consultorios médicos. Un anuncio espectacular se estaba inclinando
poco a poco y caería sobre una farmacia de reciente creación.
Afortunadamente se retiró la estructura a tiempo.
La empresa constructora quiso ahorrar tiempo y dinero. Es que la farmacia lleva ese nombre, “Del Ahorro”, y si la farmacia ahorra, por qué no podría hacerlo el ingeniero.
La obra se hizo en tiempo récord. Y el sitio donde se construyó el inmueble no se comprimió lo suficiente. Total, no se construiría una Torre Chiapas.
Así que la obra se entregó. Llegó el momento de instalar el anuncio y la empresa publicitaria hizo lo concerniente.
Se escarbó lo necesario para construir el cubo de concreto y sobre éste se colocó el enorme tubo metálico que sostendría los anuncios luminosos.
Junto a la farmacia se habilitó un consultorio médico. Y la supervisora llegó a ver el desempeño del negocio de reciente creación en la esquina de Libramiento Sur y bulevar Andrés Serra Rojas.
Pero lo que para todos pasó desapercibido, no lo fue para los ojos de la supervisora. Notó que la estructura del anuncio se estaba inclinando.
Así que dio aviso al gerente y éste ordenó de inmediato bajar el anuncio.
Los enormes tornillos se retiraron y con una grúa se bajó la estructura metálica.
La medida oportuna y rápida evitó una tragedia. En la noche hubo lluvias y vientos que con suma facilidad hubiera tirado el anuncio ya inclinado.
“Lo hicieron con las patas. No comprimieron bien. La empresa de anuncios dice que fue culpa de la constructora y ésta dice lo contrario”, dijo un trabajador.
Lo cierto es que se está cavando de nuevo para arrancar el cubo, comprimir bien y de nuevo comenzar. La obra parece sencilla, pero llevará tiempo y 100 mil pesos.
La empresa constructora quiso ahorrar tiempo y dinero. Es que la farmacia lleva ese nombre, “Del Ahorro”, y si la farmacia ahorra, por qué no podría hacerlo el ingeniero.
La obra se hizo en tiempo récord. Y el sitio donde se construyó el inmueble no se comprimió lo suficiente. Total, no se construiría una Torre Chiapas.
Así que la obra se entregó. Llegó el momento de instalar el anuncio y la empresa publicitaria hizo lo concerniente.
Se escarbó lo necesario para construir el cubo de concreto y sobre éste se colocó el enorme tubo metálico que sostendría los anuncios luminosos.
Junto a la farmacia se habilitó un consultorio médico. Y la supervisora llegó a ver el desempeño del negocio de reciente creación en la esquina de Libramiento Sur y bulevar Andrés Serra Rojas.
Pero lo que para todos pasó desapercibido, no lo fue para los ojos de la supervisora. Notó que la estructura del anuncio se estaba inclinando.
Los enormes tornillos se retiraron y con una grúa se bajó la estructura metálica.
La medida oportuna y rápida evitó una tragedia. En la noche hubo lluvias y vientos que con suma facilidad hubiera tirado el anuncio ya inclinado.
“Lo hicieron con las patas. No comprimieron bien. La empresa de anuncios dice que fue culpa de la constructora y ésta dice lo contrario”, dijo un trabajador.
Lo cierto es que se está cavando de nuevo para arrancar el cubo, comprimir bien y de nuevo comenzar. La obra parece sencilla, pero llevará tiempo y 100 mil pesos.
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