Mucho ruido ha causado entre la clase
“cafetera”, transformadora de mundos donde no viven, la perversa
insistencia que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana
estrenaría titular por x o z razones, sin embargo, a leguas puede verse
que Chiapas vive una diáfana claridad del sol donde aquellos negros
nubarrones de inestabilidad social, ahora son parte de la historia de
aquel sexenio de contrastes y confrontaciones, finalmente concluido.
La presencia del titular del Ejecutivo a
las inmediaciones de la dependencia para hacer entrega de equipos a
policías mejor preparados, confirman que hay resultados, que no se está
inventando un trabajo acucioso que mantiene a los sectores de la
sociedad más protegidos y previniendo el delito.
Hoy se habla de menor índice de
delincuencia, una mejor respuesta a la demanda de seguridad, sobre todo,
aquella amenaza de los grupos delictivos que estaban invadiendo
nuestras tierras, también ha sido sólo una negra página de los medios de
comunicación.
El maestro Jorge Luis Llaven Abarca,
ajeno a los protagonismos personales, sólo refiere al trabajo de todo su
equipo, de las acciones que lleva a cabo la policía en sus tareas
encomendadas, principalmente, a aquellos sectores de nuestra sociedad
que busca el cobijo de su policía, pero una policía eficaz, táctica,
comprometida, sobre todo, que respete los derechos de las personas y no
sea como antaño, dedicada a proteger al bandido y descobijar al
ciudadano víctima de ambos personajes.
La administración busca tener a una
policía mejor pagada, más profesional, que rinda los resultados
esperados y que se aparte de caer en las redes de la corrupción y el
vandalismo. Insistimos, hay resultados, los frutos de una titularidad
enérgica y con visión de servicio, están a la vista.
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