Ojos electrónicos detectarán autos robados

Uno, dos, tres… un sin número de automóviles que pasan por el entronque de la salida a San Fernando, sobre la carretera que va a Chicoasén, al norte poniente de Tuxtla Gutiérrez ahora serán monitoreados las 24 horas del día, cuando pasen por una especie de arco que tiene instalado cámaras de seguridad y un lector de placas para recabar información e identificar algún tipo de reporte delictivo de ese vehículo.

Es uno de los siete Arcos de monitoreo de placas y vehículos que se instalarán en las entradas y salidas vehiculares de la capital, con una inversión aproximada de 1.8 millones de pesos por cada dispositivo de este tipo y que tienen como finalidad de seguir bajando los índices delictivos, en este caso el de robo de vehículos.

Carlos Toledo Zaragoza, secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESP) fue el encargado de supervisar el primer arco instalado en la ciudad y aseguró que este es una primera etapa de trabajo para prevención del delito y el próximo año en una segunda fase, se instalarán los arcos en Tapachula.

“Con estos arcos con cámaras de seguridad y lectores de placas podremos saber con precisión si algún vehículo que pasa tiene reporte de robo, las características del automóvil y las horas de entrada y salida de una unidad posiblemente sospechosa que incida en algún delito”, explicó el secretario ejecutivo.

A la par de este dispositivo lector de placas, habrá dos arcos especiales instalados en el acceso al Aeropuerto Ángel Albino Corzo y en la entrada comúnmente llamada “La Pochota”, donde habrá módulos de la Policía Fuerza Ciudadana donde realizarán operaciones de inteligencia.

Raúl González Castañón, director del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) explicó los aspectos técnicos de estos Arcos de monitoreo vehícular. Tienen una estructura metálica, donde se instalaron cámaras de vigilancia con alcance de 100 metros denominadas “cámaras bala” y las cámaras científicas, que son los lectores de placa que mandan la señal a un servidor instalado en el C4 que distingue si los vehículos son robados o tienen placas sobrepuestas.