GALERÍA: La vida y carrera de Ali, en fotos |
La leyenda del boxeo Muhammad Ali falleció a los 74
años tras ser hospitalizado esta semana en Phoenix por complicaciones
respiratorias.
El exboxeador, tres veces campeón de peso pesado, sufría del mal de Parkinson desde 1984.
La noticia la confirmó en un comunicado el portavoz de la familia, Bob Gunnell.
Muhammad Ali nació como Cassius Clay pero eligió cambiar su nombre en la década de 1960 luego de su conversión al islam.
Estuvo cercanamente involucrado con los objetivos del grupo Nación
del Islam, militantes pro afroamericanos, pero años después cambió su
vida a una secta musulmana mucho más mística.
Se retiró de los cuadriláteros durante los años 60 por 3,5 años por
rehusarse a enlistarse al Ejército de EE.UU. durante la Guerra de
Vietnam y fue condenado a 5 años de cárcel por evasión. La Corte Suprema
revocó la condena.
En octubre de 1970, durante su primer regreso luego de su exilio
forzado de tres años y siete meses —tras negarse a ingresar a las
fuerzas armadas— fue contra del entonces número 1 de la categoría de
peso pesado, Jerry Quarry.
Con 28 años, Ali debía hacer un regreso exitoso al campo y ganar por
‘knock out’ en el tercer round, pero la pelea casi no ocurre.
“Así sólo tuvo seis meses para prepararse para esta pelea”, dice
Miller. “En un entrenamiento su amigo de infancia y excampeón de peso
pesado, Jimmy Elis, le fracturó una de las costillas a Ali”.
A pesar de esta herida, el boxeador no cambió la fecha de la pelea,
quedando en duda si lo lograría o si al menos tendría la oportunidad de
volver a pelear otra vez.
Hasta hace poco y a lo largo de sus años con la enfermedad de
Parkinson, Ali sorprendió a los visitantes haciendo trucos de
prestidigitación, es decir, juego de trucos con las manos.
“Hace desaparecer una bufanda de seda roja de su mano, muerde una
moneda y le quita la mitad y luego la vuelve a dejar completa.
Usualmente presenta un viejo truco de salón: pone sus pies juntos y se
empina en uno de los dedos del pie mientras mantiene los otros dedos
flexionados, como si flotara en el aire”, agrega su biógrafo Davis
Miller.
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