El valor de la
producción generado por las empresas constructoras a nivel nacional cayó 14.7
por ciento a tasa anual real durante el primer bimestre del 2017, que significó
la peor caída en los últimos 15 años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (Inegi), destacó el Presidente de la Cámara Mexicana
de la Industria de la Construcción,
delegación Chiapas, José Luis Acosta González.
El líder empresarial lamentó el actual panorama
económico del país, que provoca de manera generalizada un impacto negativo en
la generación de empleos formales y por ende, en la economía familiar.
Enfatizó que en la región sur, como en Chiapas, se han
tenido recortes presupuestales, que han tratado de superarse, sin embargo dijo
es urgente incrementar la inversión para
detonar la obra pública, pero sobre
todo, destacó democratizar la asignación de la misma para ‘bañar’ de manera
generalizada a más empresas legalmente organizadas.
Acosta González abundó que como consecuencia de esta
situación la economía de Chiapas ha presentado un decrecimiento, además, sus
tasas de trabajo informal aumentaron por sobre las del formal según arrojó el
último estudio de “Semáforo Económico
Estatal: Muchos Méxicos en uno”, informe elaborado por la organización México,
¿Cómo Vamos? basado también en datos estadísticos proporcionados por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El análisis, explicó, partió del último trimestre de
2015 al mismo periodo de 2016, con base en los seis indicadores de crecimiento
económico, generación de empleo formal, informalidad laboral, productividad
laboral, pobreza laboral y deuda pública.
“Chiapas se ubicó en color “amarillo” en el semáforo de crecimiento económico, que creció en promedio entre 3.4 por ciento y 4.5 por ciento”, indicó el dirigente empresarial.
Como consecuencia de ello, la informalidad laboral
proliferó, afirmó Acosta González, al tiempo de destacar la urgencia de
implementar acciones para reactivar la economía formal, una de ellas, dijo,
impulsando a las empresas de la construcción
con la asignación de obra pública, toda vez que dijo, el sector
infraestructura es uno de los principales motores de la economía local.
“El comportamiento económico de la construcción es consustancial a la dinámica de la población y su prosperidad económica; dicho de otro modo, el ciclo de la industria de la construcción es sumamente sensible al desempeño del resto de los sectores económicos en conjunto”, indicó.
Además señaló,
un reto que afronta el sector, desde el año pasado, es el fuerte
incremento de los insumos de la construcción, situación que afecta en forma
importante los costo del producto final.
Finalmente afirmó que la situación del sector se agrava cuando instancias
gubernamentales como la delegación estatal de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial
y Urbano (SEDATU), incumplen los
convenios de colaboración, mediante los cuales se busca beneficiar de
manera democrática, participativa y transparente a los agremiados a CMIC con la
asignación de contratos de obra pública así como con el pago correspondiente de
las obras ejecutadas.
“Esta dependencia, hasta el momento no se ha avanzado en la asignación de contratos para empresas afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, pero sobre todo urge que finiquite los pagos pendientes a nuestros agremiados en lo que respecta a programas como el de “Cuartos Rosas” y “Piso Firme”, toda vez que han tenido dos cambios de delegado esa dependencia y no termina por cumplir esos compromisos”, subrayó.
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