Entre las regiones más susceptibles en el estado a incendios forestales
se encuentran Valle Zoque, Istmo-Costa en los municipios de Arriaga,
Tonalá, y Pijijiapan, seguidas de la región Soconusco, específicamente
el municipio de Escuintla.
El Centro Estatal de Control de Incendios Forestales (CECIF) reportó que ante el inicio de la temporada de estiaje, se preparan para combatir el fuego que durante el año anterior ha sumado unos 35 eventos en todo tipo de superficie, con una afectación alrededor de 841.75 hectáreas.
Entre la extensión afectada destacan arbolado adulto, arbustos de bajo arbolado, herbáceos de bajo arbolado y hojarascas de bajo arbolado.
Además, se tuvieron reportes menores de siniestros en la región Frailesca, Meseta Comiteca, Sierra Mariscal, Altos Tsotsil-Tseltal, Los Llanos y Tulijá Tseltal, así como Selva Lacandona.
Durante el año pasado se registraron incendios en la Reserva de la Biosfera La Sepultura, otros más en el Parque Nacional Cañón del Sumidero, en la Frailescana y uno en la Reserva Estatal Pico del Loro.
Los incendios forestales constituyen una de las causas significativas de la deforestación y degradación de los ecosistemas.
El origen de los problemas generados por los incendios radica fundamentalmente en la irresponsabilidad de algunas personas, ya que el 90 por ciento de éstos son provocados por el hombre.
Los incendios afectan de manera negativa al medio ambiente por la deforestación, la erosión, la pérdida de la biodiversidad y la generación de CO2, que afectan al paisaje y al hábitat de la fauna silvestre.
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