Los abusos del mismo PVEM, la omisión del IEPC y los partidos, perjudican al gobernador Manuel Velasco.
La decisión tomada por el Tribunal Federal Electoral, a manera de sanción a los partidos políticos, por el aberrante desprecio a las leyes estatales y federales en materia de paridad de género en Chiapas, debería llevar apareada con el levantamiento de cargos penales por desacato, juicio político y destitución del cargo público, a todos los integrantes del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) y a los partidos deberían anularles el registro, ya que a sabiendas de que el 50% de candidatos debieron ser hombres al igual que las mujeres, pisotearon las leyes al amparo de las instituciones estatales que sumisas a la incondicionalidad, solaparon descaradamente la violación de normas constitucionales y leyes federales.
Como resultado de este aprecio, se desprende una serie de preguntas. A qué partido político golpeará más la sanción del TRIFE, pues en cascada sobrevendrá que muchos de los partidos, ni siquiera alcancen a cubrir el 50% de los candidatos que demanda la constitución local, aquí solamente se salva MORENA de Andrés López Obrador y obviamente, los candidatos independientes; el primero por haber cubierto lo que la ley establece y los segundos porque realmente se exentan de la norma.
Vendrán, con la decisión del TRIFE, actitudes muy determinantes que generarán severas molestias y resquebrajamiento de militantes en diversos municipios así como la formación de grupos externos, pues no quisiera estar en el pellejo de los “dueños” (dirigentes) de los partidos políticos que tendrán que comunicarle a determinados candidatos varones, que ya no contenderán y que serán relevados por alguna improvisada dama para cumplir con el mandamiento constitucional so pena de anularles el registro o recibir sanción pecuniaria o lo que es peor, la cancelación del registro.
Más triste será para la mayoría de los partidos cuando no encuentren una sola dama que les “quiera hacer el paro” adjudicándose la derrota. Obviamente que dentro de este embrollo, habrá “ganones” y sabe usted quiénes son? Los del PRI y VERDE, o sea aquellos que tienen los recursos económicos y de paso el voto duro; esto si no se coaligan (de hecho más no de derecho) los encabronados y frustrados candidatos con otros partidos y por coraje hacer perder el que fuera su partido.
En este problema, digno de desmenuzar para luego volverlo a armar, pueden suceder muchas cosas. Qué pasará en los pueblos indígenas donde, a pesar de lo que se diga, la mujer todavía no tiene cabida amplia para ser incluida en el mandato gubernamental? Seguramente habrá que sacrificar a candidatos de pueblos de “ladinos” y dejar los indígenas como están, porque además, hay que respetarles sus usos y costumbres conforme lo sanciona el cuarto de la constitución federal.
Pero en seis miserables días, ¿será que algunas damas alcanzarán superar el trabajo de competencia electoral para ganar en las urnas? Es allí donde se nota el nulo oficio político de aquellas personas que debe llamárseles “remedo” de legisladores. Nunca previeron ese golpe letal a los partidos de donde esos señores provienen y por ello, es digno celebrar la acción del TRIFE de hacer valer la constitución contra la neofitez de la justicia local que al colocarse como incondicional, pisotea preceptos legales.
Pero hay que preguntarle al TRIFE por qué hasta ahora, si realmente su actuación fue a petición de parte u oficiosa, pues no hay que olvidar que los partidos políticos ni el IEPC Chiapas no movieron un solo dedo para reclamar la interpretación y el acato de la ley, claro, quizá a ambos les convenía, el IEPC para satisfacer mezquinos intereses sobre las leyes mismas y los partidos porque jamás tuvieron la capacidad para conseguir las parejas necesarias para cubrir las candidaturas.
Pero, el problema generado por los partidos al no cumplir con la ley, solapados por el IEPC y obviamente el mismo tribunal de Justicia del Estado y demás instituciones relacionadas en asuntos electorales, está provocando un grave problema de ingobernabilidad en la administración de Manuel Velasco Coello, conflicto que se reflejará en la ay deteriorada imagen del mandatario chiapaneco que está recibiendo una lluvia de cañonazos del fuego amigo.
Indica además, que el gobernador chiapaneco está rodeado de lobos de colmillo largo y retorcido y eso lo hace estar solo, dizque dirigiendo una entidad con una gama de problemas ancestrales, con una deuda cuantiosa y de paso, muchos de los candidatos, en los que confió o le confiaron a Velasco Coello, no están haciendo su trabajo y en vez de fortalecerlo lo están perjudicando.
Quizá el gobernador chiapaneco, llegará a percatarse de qué tipo de sujetos está rodeado y conforme vaya avanzando el tiempo, las puñaladas traperas se irán incrementando, hasta que en la cercanía del 2018, sea cuando reciba el toque final de todos aquellos aduladores, incluyendo los mismos que hoy reciben vara alta y apoyo incondicional para lograr las metas.
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