Con la finalidad de contribuir
a que los pacientes recuperen principalmente la movilidad y fortalezcan su
autoestima, el DIF Chiapas proporcionó prótesis de miembros inferiores,
fabricadas en su propio laboratorio, a personas que han concluido la primera
fase del tratamiento protésico y funcional.
Al respecto, el director
general del DIF Chiapas, Juan Pablo Pinto Gómez, enfatizó que para este
organismo es importante ayudar a la población que se encuentra en alguna
situación de vulnerabilidad, como las personas con discapacidad.
“La atención con calidez es primordial, así como la calidad, por ello en el DIF Estatal procuramos que los pacientes sientan nuestro apoyo y que tienen oportunidades de reintegrarse a la sociedad”, apuntó.
En este sentido, recientemente
cinco personas son las que han concluido la primera fase del tratamiento
protésico y funcional, la cual consiste en asistir a terapias psicológicas y de
rehabilitación física para controlar el dolor, mantener o recuperar la fuerza
muscular del tronco y los miembros, en un lapso de tres a seis meses de acuerdo
con la valoración de los especialistas.
Al respecto, el señor Iver,
beneficiado originario de la capital del estado, recuerda que se acercó al DIF
Estatal cinco meses después de que le fue practicada una cirugía de amputación
transtibial, la cual es una amputación de la extremidad inferior, en donde se
preserva la articulación de la rodilla.
“En el DIF Chiapas me han enseñado a hacer ejercicios para fortalecer el muñón derecho, a tener estabilidad de mi pie para sostenerme. También me enseñaron a enfrentar la vida con mis limitaciones físicas, todos los fisioterapeutas me dijeron que me ayudarían, pues con mi actitud y mi dedicación física y mental, iba a caminar. Gracias a las personas que trabajan en esta institución, ya puedo caminar”, explicó.
El señor Iver, o también
llamado Don Iver, narra que la primera vez que se le cayó una de sus muletas,
se quedó mirándola fijamente y la fisioterapeuta que estaba con él le dijo:
“Usted puede levantarla, tiene sus muñones y puede llegar a la muleta”. En ese momento, él cuenta que sin decir nada, tomó la muleta: “Me sentí un alpinista, al sostenerme de una muleta e impulsarme para tomar la que estaba en el suelo, así fue que comprendí que podría continuar con mis actividades”.
En el caso del señor Iver, a
la siguiente etapa del tratamiento protésico y funcional se le denomina fase
protésica, tiene duración de tres a seis meses y en ella el paciente aprenderá a colocarse la prótesis y realizar
distintos ejercicios para dominarla, transferir el peso corporal a ésta y
mantener el equilibrio. Por último se iniciará el entrenamiento de la marcha.
Los
especialistas médicos informan que las razones más comunes por las que una
persona puede perder la totalidad o parte de una extremidad son: problemas de
circulación debido a la ateroesclerosis o a la diabetes y por amputación
necesaria o accidental.
La
falta de una extremidad -brazo o pierna- puede ser reemplazada por un miembro
artificial, más conocido como prótesis, las cuales ayudan a que la persona
realice sus actividades diarias como caminar, comer o vestirse, entre otras, y
por ende tiene mayores posibilidades de participación e inclusión social, sobre
todo en los ámbitos de educación y empleo.
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