Más
de 50 mil campesinos del país participarán este miércoles en la marcha
convocada por organizaciones del sector para exigir una reforma integral para
el campo y rechazar las leyes reglamentarias en materia energética aprobadas
por el Senado, en particular la que permitiría la expropiación de terrenos
ejidales para la explotación de hidrocarburos.
José
Durán Vera, coordinador del Congreso Agrario Permanente, indicó que la
movilización –que partirá del Ángel de la Independencia hacia la Secretaría de
Gobernación y luego al Zócalo capitalino– "no tiene ánimo de
ruptura", sino que el propósito es demandar que en el contexto de la
reforma del campo anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto se tome en
cuenta la opinión de los campesinos, que consta de tres ejes. Otro punto
central, dijo, será hacer un reclamo al Congreso "por haber permitido que
se vulnere la propiedad social del país".
Los
tres ejes que plantea el sector campesino son: respeto irrestricto a la
propiedad agraria, reasignación del presupuesto para que 60 por ciento de los
recursos asignados al campo se destinen a la reactivación de la economía
mediante los diferentes proyectos y programas, y la modificación de la norma
jurídico en materia energética.
Acerca
de la reforma energética, Durán Vera aseveró que afecta a millones de
ejidatarios, porque permitirá el "despojo de la tierra y la especulación
al amparo de esas leyes. Si no hay normas que protejan a campesinos,
ejidatarios y comuneros, cualquiera querrá su tierra y estará obligado a
aceptar un convenio de ocupación que se negocie sin ninguna vigilancia o tutela
del Estado, pues la controversia se atenderá en la justicia civil federal y en
los tribunales agrarios".
En
la marcha también se exigirá el pago justo por los productos agrarios y que se
elimine la mayoría de eslabones de intermediación.
Tomás
Ruiz, de los Consejos Supremos de la Alta y Baja Tarahumara, indicó que se
sumarán a la movilización para protestar por el escaso apoyo que se ha dado a
los campesinos de aquella región y exigir que las autoridades investiguen la
contaminación de los ríos y el ambiente que han dejado empresas mineras, además
de que se consulte al pueblo para la construcción del gasoducto Topolobampo.
Francisco
Yaseer Chew Plascencia, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento de
Liberación Nacional, dijo que la reforma del campo no tendrá sentido una vez
aprobada la energética, pues “la tierra ejidal estará sujeta a la ocupación
temporal para la explotación de petróleo, gas, proyectos eólicos y mineras".
"El
compromiso de Peña Nieto, del pasado 5 de marzo en Colima, ha sido roto, pues
con la reforma energética su pretensión de impulsar una reforma profunda del
campo queda rebasada, pues la explotación de hidrocarburos está por encima de
la producción de alimentos", aseveró.
Explicó
que no participarán en la marcha porque los convocantes "han mostrado ser
incondicionales" del gobierno federal.
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