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| La fachada del Kazan Stadium tiene una de las pantallas más grandes del mundo. Foto: Getty Images. |
Como en cada mundial, la calidad de los estadios desempeña un rol determinante tanto para futbolistas como para aficionados. Allí confluye toda la pasión del momento y por ello los organizadores intentan crear escenarios con comodidad y altos estándares, pero también con la habilidad de convertirse en parte imprescindible del espectáculo. Así, los doce estadios de la Copa del Mundo esperan cada encuentro con más de una sorpresa interesante.
Entre ellos, el imponente e histórico Luzhniki acogerá siete desafíos —incluida la inauguración y el partido por el título del planeta—, y en cada uno sus más de 80 mil fanáticos tendrán otro espectáculo sobre sus cabezas. Resulta que en un alarde de tecnología, el techo se convertirá en una pantalla gigante para transmitir los partidos. Aunque las imágenes solo podrán apreciarse desde el aire, los organizadores esperan que en los juegos nocturnos el reflejo de la señal ilumine los alrededores y cree un novedoso juego de luces.
Si de iluminación se trata Moscú lleva la delantera, pues el otro estadio de la ciudad teñirá su fachada con los colores de las selecciones nacionales que jueguen en su interior. Para ello, los encargados del Spartak aprovecharon un sistema de luces previamente instalado para iluminar las paredes con la bandera rusa, le agregaron nuevas luminarias y cambiaron otras de posición. Ahora, cuando reciba a selecciones como Bélgica, Senegal, Túnez o Brasil, la fachada mostrará tonalidades verdes, amarillas o negras.
Mientras tanto, el Kazan Arena tendrá una fachada multimedia de más de 4 mil metros cuadrados, formada por tres paneles de plasma con transmisión en alta definición y entre las mayores del mundo en un estadio deportivo. El Volgogrado Arena, por su parte, tendrá una fachada con soportes diseñados para parecer fuegos artificiales cuando se ilumine en las noches. Además, el techo simula los radios de una bicicleta con el objetivo de verse más grande y abierto cuando se observa desde el graderío o el campo de juego.
Otros estadios con alardes tecnológicos y de ingeniería serán el Zenit Arena de San Petersburgo y el Ekaterimburgo Arena. El primero cuenta con un techo retráctil y un novedoso sistema de climatización inteligente para bombear en su interior hasta 5 millones de metros cúbicos de aire caliente y así mantener la temperatura entre los 15 y los 21º C. El segundo incorporó a su diseño un graderío por fuera del estadio de más de 8 mil espectadores, necesario para sobrepasar los 35 mil asientos exigidos por la FIFA.
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